Fue un 14 de febrero inusual, porque si nos preguntamos ¿de que manera nos gustaría pasar ese día? Yo creo que todos, o la gran mayoría coincidiríamos en que lo mas rico seria estar con nuestro amorcito, o en el caso de los amigos, (porque también se vale celebrarlo con amigos), pues estar a gusto entre amigos. Es decir, que ese día lo dedicaríamos ya sea a nuestro amor o a nuestros amigos y lo dedicaríamos solamente a ellos, y seguramente muy pocos pensarían en incluir dentro de sus planes el incluir a su familia en la ecuación.
Yo realmente deseaba pasar a tu lado aquel día, quería estar contigo y con tus peques, así lo tenia planeado pues incluso lleve una cobijita para sentarnos en el pasto y mi nueva lotería, la cual tiene unas ilustraciones muy simpáticas, incluso pensé en poner como premio una moneda de 5 pesos, o algo así porque siempre a los niños le emociona mucho cuando hay algún premio y sentarnos a jugar los tres. Me sentí muy tonto y muy ingenuo cuando saque mi lotería en el hotel antes de dormir.
También había pensado en otras alternativas en caso de estar a solas un rato, como ir al cine, por lo menos dos películas me interesaban mucho (Cisne negro y Temple de acero. Que por cierto no tengo con quien ir a ver), o en repetir la cita de hace un año, de tomar un coctel contigo en un lugarcito oscuro y de preferencia con música bohemia, quería platicar, acercarte mas a mi mundo, mi rutina y mis secretos, pensé en algo mas de el estilo de un 14 de febrero, jamas me imagine un escenario conviviendo dos dias seguidos con tu familia.
No es que tenga nada en contra, yo se perfectamente que en toda relación siempre existe esa parte inevitable de convivencia y lo acepto porque es parte del paquete, porque mas que nunca debido a la carrera que estoy cursando se que todo individuo es parte de la sociedad, y esta bien, lo acepte de buena manera, jamas te dí un NO por respuesta, debí de hacerlo, honestamente debí negarme de la manera mas respetuosa, simple y sencillamente porque yo había ido a estar contigo, no con ellos. Esta ha sido una lección de vida que procurare nunca perder de vista.
Y a pesar de que fue un día bastante inusual, nos despedimos con un beso muy dulce y yo regrese enamorado de ti y contento porque a pesar de todo, había podido hacerte feliz, porque porque pude complacerte y darte gusto, porque de algún modo pude acomodarme a tu rutina, a tu manera de festejarlo y hasta a tu familia. Jamas me consultaste o me propusiste planear una actividad juntos, las cosas se hicieron a tu modo y yo me conforme con eso, en ningún momento me detuve a pensar en ¿que hay de mi? ¿de mis necesidades? ¿de lo que yo quería? ¿de las cosas que yo deseaba para ese día?
Ingenuamente pensé que había sido un día maravilloso a pesar de todo, hasta que leí tu correo electrónico en el que mencionas que el día estuvo "bien", así a secas y después le das mayor peso a lo mal que sentiste cuando tu familia comenzó a criticarme y la mala impresión que les deje, podría decirse que es normal que todas las familias son así, lo que ya no lo es tanto, es que no me hayas defendido y que hayas olvidado que a pesar de cualquier defecto que te hayan señalado de mi también soy una gran persona, con muchas cualidades y habilidades.
Esa es la parte que me duele y que me decepciona de este 14 de febrero fallido...
