domingo, 26 de septiembre de 2010

Ayer

Todos hemos soñado o fantaseado alguna vez con viajar en el tiempo, ha sido un tema que por mucho tiempo ha inspirado novelas de ciencia ficción así como un gran numero de películas, en algunas de ellas la meta es ir hacia adelante y contemplar como ha cambiado todo, pero la gran mayoría trata acerca de regresar a algún momento especifico del pasado, probablemente porque a todos nos gustaría cambiar algo que hiciera las cosas un poco mejor en la actualidad.

Sin embargo a la fecha eso sigue siendo imposible, por lo que tenemos que lidiar de la mejor forma posible con las cosas tal como sucedieron, en el mejor de los casos aprender del pasado, y no únicamente de los errores, también se puede aprender bastante de las cosas buenas, es por eso que al mirar al pasado debemos verlo de forma objetiva y abierta, el problema es que con nuestros agitados ritmos de vida, nos queda muy poco tiempo para la reflexión, es por eso que en vez de mirar al pasado como una fuente de aprendizaje lo vemos como eventos aislados y nos enfocamos solamente en momentos, cuando recordamos algo bueno, nos hace sentir bien, nos dibuja una sonrisa y nos ilumina el día, pero cuando se trata de un recuerdo desafortunado o triste, nos hace sufrir nuevamente quizá no con la misma intensidad, pero nos pega nuevamente la melancolía y la nostalgia, a veces lo elegimos voluntariamente y a veces de forma inconsciente y eso puede afectar en gran medida nuestro estado de animo.

Hace mucho yo tenia esa fantasía de regresar en el tiempo y cambiar un momento especifico de mi pasado con el fin de tener un mucho mejor presente, pero termine por convencerme de que esa suma de aciertos y errores, de momentos de dicha y de tristeza me había llevado a conocer personas que aunque ahora solo son un recuerdo, en su momento fueron lo mejor que me pudo suceder, fue grandioso contar con su compañía y amistad aun cuando haya tenido que terminar por razones mas allá de mi entendimiento, quizá el que todo pase y todo se termine en algún momento se debe a que así es la vida en si misma. Supongo que fue muy inocente de mi parte pensar que yo le podría ganar a esta situación, que bastaba con poner todo mi empeño para conservar una amistad de por vida, o un amor, o un propósito, cuando hay días en que me cuesta tanto tan solo mantener la cabeza levantada.

Por un tiempo, breve y efímero como toda buena racha, me mantuve con una fé y una confianza en mi que yo no se ni de donde saque, pude cosechar el resultado de mi esfuerzo, me fue bastante bien y comencé a pensar que así seria en adelante, pero eventualmente algo sucedió sin que lo viera venir, y la confianza recién adquirida se tambaleo, la fe se perdió y ahora me encuentro en un lugar no muy diferente al punto de partida, lo ganado parece poco en comparación a lo perdido, una vez mas echo de menos el pasado, los buenos momentos y los buenos amigos, y se que debería enfocarme en construir nuevos buenos momentos y hacer nuevos amigos pero así como la vida misma, hay algo que se desgasta, que día con día se va terminando, no se como decirle, espíritu, corazón, fé, amor... pero es aquello que nos mueve y nos impulsa a levantarnos cada vez que nos tropezamos.

Definitivamente hay días en que no es fácil ser yo mismo, como quisiera ser alguien mas, alguien menos consiente de su realidad, un poco mas afortunado, menos golpeado por las circunstancias, alguien con un poco mas de amigos y un corazón menos maltratado... Para que fuese un poco, tan solo un poco mas sencillo seguir adelante y alcanzar las metas que me he propuesto.

Nos leemos...


No hay comentarios.:

Publicar un comentario