La feria de las calacas
Apenas dos días después de haber acudido a visitar las ofrendas en CU, se presento la oportunidad de acudir a otra de mis expocisiones favoritas de día de muertos, me refiero a "La feria de las Calacas" la cual se realiza los días 1 y 2 de noviembre en el Centro Nacional de las Artes, éste es un evento especialmente diseñado para fomentar en los niños el respeto, el interés y el amor por nuestras tradiciones de día de muertos, incluidos los no-tan niños, pues es indudable que también los adultos nos la pasamos muy bien ahí. Este año se presentó su doceava edición en la que hubo un completo programa de conciertos, talleres para niños, áreas de lectura, narraciones, obras de teatro, comida típica y artesanías.
Al igual que con la mega-ofrenda, es la segunda vez que tengo el placer de acudir a la feria de las calacas y por una situación mas fortuita que intencional en ambas ocasiones he tenido la fortuna de llegar temprano poco antes de las once de la mañana, ya que por lo general tengo que trabajar el primero de noviembre. En esta ocasión la fecha coincidió con el día de descanso de mi novia asi que hasta el destino conspiro para que acudiéramos juntos, ésta vez no lleve coche por lo que tuvimos que realizar esa larga caminata del metro General Anaya hasta la entrada que se ubica a la altura de los Jardines del CNA, lo cual fue perfecto para conversar un rato sin prisas y hacer un poco de hambre para desayunar algo rico.
Al entrar lo primero que encontramos fué la ofrenda comunitaria titulada "El árbol de la vida" a unos cuantos pasos de ahí se ubicaban los stands de artesanias, los cuales nos sorprendieron por lo curiosas e ingeniosas que son éstas, muertitos y calaveritas en todas sus presentaciones, formas y tamaños, elaboradas en los mas diversos materiales y a precios al alcance de todos los bolsillos; collares, pulseras, aretes, jueguetes tradicionales y toda clase de artículos que rendían un extraordinario homeneja a los muertos. Lamentablemente en ambas ocasiones que he ido he estado algo corto de efectivo así que no he podido ir armando mi colección de adornos para mejorar mi ofrenda, pero sí compre unos simpáticos aretes de calaverita que le regale a mi novia como recuerdo de nuestra visita.
Más adelante nos encontramos con la tienda de libros a donde entramos a echar una hojeada y aprovechamos para tomarnos una foto pues hay tantas cosas curiosas, que uno no puede evitar hacer lo posible por preservar esos instantes en imágenes, poco después llegamos a la zona de comida, en donde degustamos de un delicioso pan de muerto de guayaba y nos sorprendimos con la manera en que se elabora en Oaxaca; respiramos hondo para saborear el olor de las tlayudas al carbón y finalmente nos saboreamos unas aguas frescas, mientras tomábamos la difícil decisión acerca de que íbamos a desayunar, todo se veía muy rico y todo estaba a precios muy económicos y lo mejor de todo cómo aún era temprano no hubo que hacer fila. Mi novia eligio unos tacos de guisado y yo me decidí por una crujiente baguette, ella un agua de limón con chía y yo un agua de maracuyá.
Tras desayunar seguimos deleitando la pupila con las artesanias hasta llegar a la zona de los conciertos, en el foro principal un movido y alegre concierto de rock de los "Que payasos" puso a todos los chavitos a bailar y a nosotros tambien (quien pensaría que es tan difícil resisitirse a bailar un rocanrrol acerca de una mosca) Mientras que en el foro alterno "Mariana Mallol" presentaba a su gatita "Lila" que maulló para todos los presentes una hermosa melodía con una letra muy pegajosa, así llegó a su final nuestro recorrido, después como toda buena pareja de novios buscamos un lugarcito tranquilo para acostarnos un ratito en el pasto a mirar la nubes.
Nos leemos...
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