Si bien en mi casa desde que recuerdo se ha celebrado el día de muertos tanto de forma tradicional, con flores de cempasúchitl, veladoras, papel picado, pan de muerto, calaveritas y fotografías de los difuntos a los que se les recuerda con cariño en estos dias, a veces tambien las ofrendas incluían alguno que otro elemento un poco más relacionado al halloween, como las calabazas con caritas, las brujitas en escobas, los gatos negros, las telarañas y los muñequitos que evocan a los monstruos del cine de terror. La razón por la cual en mi casa se fueron incluyendo en la ofrenda estos adornos fué para hacerla un poco menos solemne y que de ésta manera la pudieran disfrutar un poco más los niños que visitaban la casa, y como es una celebración tan breve y efimera, para hacerla durar un poco más la ofrenda se colocaba el dia 31.
Supongo que algo así sucedió con la costumbre de "pedir calaverita" quizá en alguna época anterior los niños únicamente se disfrazaban de calaveras para personificar a las almas de los niños difuntos que visitan las ofrendas el dia 1º y de ahi surgiera lo de pedir su calaverita, (refiriendose a las calaveritas de azúcar) pero en algún punto esta costumbre se revolvió con el halloween. Probablemente alguien en alguna parte debió pensar que no tenia nada de malo dejar que los niños se disfrazaran de lo que quisieran para salir a pedir dulces o dinero con una calabacita de plástico, el problema es que al hacerlo se perdió la identidad propia y aún cuando esto no representa una amenaza a las tradiciones y la cultura del día de muertos, es lamentable que a los niños no se les enseñe a valorar y disfrutar de nuestras tradiciones.
No quiero parecer amargado pero es una lata no poder mirar un dvd o caminar tranquilamente por la tarde los dias 1 y 2 sin ser asediado por un mini-ejército de niños pidiendo para su calaverita, sé que es divertido disfrazarse y más cuando eres niño y recibes dulces como premio, pero ¿porque simple y sencillamente no separan una tradición de la otra? y si van a disfrazarse, pedir dulces y celebrar el halloween lo hacen el día que corresponde (31 de octubre) y los dias 1 y 2 de noviembre se disfrazan de calaveritas y catrinas para acudir a visitar ofrendas, cómo se supone lo hacen esos días los difuntos y sin pedir dulces o algo a cambio. Aunque pensándolo bien los niños no son culpables, son los padres, los maestros y esa sociedad consumista y sofisticadamente malinchista que imita todo excepto las experiencias positivas y enriquecedoras.
Afortunadamente existen muchos espacios que abren sus puertas en estas fechas para que todo público pueda acercarse a conocer más acerca de las tradiciones del día de muertos y se maravillen con la riqueza cultural de nuestras tradiciones que ya son patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, permítanse aprender un poco más y acérquense a disfrutar del colorido de las ofrendas, de sus olores y los sabores que acompañan ésta celebración la cual se ha convertido en una de mis favoritas y de las que más disfruto.
Nos leemos!!!
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