Asi que apenas pasando los días de muertos mi coche murió y el sabado tres de noviembre decidí estacionarlo en una calle tranquila cercana a mi casa y comencé a desarmar el motor a eso del medio día, la meta era quitar el medio motor antes de oscurecer y llevarme la cabeza a casa para su posterior revisión. Levante un poco el coche de adelante y en una cubeta comence a vaciar el carter del aceite, en otra cubeta el agua del radiador y así lo dejé mientras retiraba el carburador, la tapa de las punterias, el alternador y las conexiones de agua, por último desconecte el multiple del tubo del escape y despues retire los tornillos de torque retiré la cabeza, la guarde en una bolsa de costal, guarde las herramientas y con muchos esfuerzos me la llevé caminando a casa, nunca me pareció tan largo el camino a casa como aquel día, apenas daba 5 pasos y tenia que cambiar de mano debido al peso.
El domingo cuatro comencé a trabajar ya tarde debido a que me encontraba muy cansado y adolorido, así que desayune sin prisas y después salí en bicicleta a cotizar las refacciones, cómo he mencionado anteriormente mis finanzas andan por lo suelos, así que me propuse comprar únicamente lo indispensable y re-utilizar todo lo que fuera posible, despues de comparar precios entre California y Mendoza me decidí por la segunda opción y compre casi todo ahí, lo único que no tuvieron fueron los metales de biela en 010 por lo que estos los compré en California. Por la tarde me puse a quitar la tapa de las punterias para retirar los metales de biela y sacar los pistones, yo esperaba encontrar los anillos quebrados pero estaban enteros, con mucho desgaste pero en una sola pieza, eso me puso a pensar muy seriamente en que el problema debía de estar en la cabeza.
El lunes despues de investigar un poco en internet realicé una prueba casera que consistía en colocar boca arriba las cámaras de compresión bien niveladas y ponerles un poco de alcohol para comprobar si se filtraba el líquido, cronómetro en mano procedí a realizar la prueba y detecté que antes de 50 segundos las válvulas de escape de los cilindros 2 y 4 se vaciaron completamente por lo que ya no tenía duda, el problema eran las válvulas. Esto puso mi mente a trabajar tiempo extra pues sin la herramienta adecuada es casi imposible quitar los seguros de las válvulas y un opresor de resortes cuesta poco más de mil pesos, así que tenía que decidir entre mandar la cabeza a la rectificadora o comprar el opresor. Me fuí a trabajar y por la noche llegué a casa con una idea radical, ¿que tal si encontraba la forma de comprimir los resortes utilizando los compresores para los resortes de suspensión? Después de darle forma a esta idea descubrí un método muy ingenioso para quitar los seguros.
Con el problema de la falta de herramienta resuelto los siguientes dos días me dediqué a asentar las válvulas utilizando una manguera para gasolina y un taladro con una broca de concreto, este truco se me ocurrió después de que la ventosa que compré resultó inútil debido a que era muy grande y mis válvulas muy pequeñas, asi que conecté la manguera al vástago de la válvula y el otro extremo a una broca de concreto colocada en el taladro, apliqué un poco de pasta gruesa y la puse a girar, sacando y metiendo ocasionalmente la válvula para que hacer que se distribuya la pasta hasta quedar dibujada una delgada linea perfectamente pulida tanto en la valvula como en el asiento de ésta y luego a darle el acabado final con pasta fina y listo. Ésto a pesar de parecer sencillo en realidad me llevó toda la mañana del martes y del miércoles; jueves descancé y el viernes comencé a limpiar y ensamblar todo para reconstruir el motor el sábado diez.
Aquella mañana de sábado comencé a trabajar muy temprano y en ayunas pues esperaba terminar temprano, saqué la silla de ruedas que perteneció a mi madre para llevar la cabeza y las herramientas que iba a necesitar, sin embargo en el coche aún había mucho trabajo por hacer y para las dos de la tarde apenas había limpiado el monoblock, el carter e instalado los pistones con anillos y metales nuevos, asi que puse la junta nueva del carter y lo atornillé, ahora venia lo bueno, poner la cabeza con su junta nueva en su lugar y darle su torque de acuerdo a las especificaciones, ésto me tomó cómo una hora más, pero se hizo con gran exactitud y precisión. Una vez colocada, procedí a poner los buzos en su respectivo lugar, coloqué el árbol de levas y la tapa de las punterias, puse con gran exactitud a tiempo el motor y seguí con los detalles finales. Para las cinco de la tarde ya estaba muy cansado, hambriento y con un dedo lastimado, pero emocionado por hacer girar la llave y echarlo a andar.
Al sentarme al volante, pensé que todo me había quedado tan perfecto que con solo girar la llave lo podría encender sin mayor problema, pensé "voy a dejarlo andar un ratito a ralentí para que vayan aflojándose los anillos", pero gire la llave y no encendió, pisé el acelerador y lo intenté de nuevo pero nada, bajé a revisar el motor y encontré una manguera del sistema altimétrico desconectada, pensé ¡ah torpe de mi! y volvi a internar una vez más, pero no encendió, probe alto voltaje, revise el tiempo de encendido, puse gasolina directamente a la garganta del carburador y nada, incluso cambie las bujias pensando que podrían estar mojadas, pero nada. Me preguntaba a mi mismo una y otra vez ¿que pasó? ¿que fué lo que salió mal? Me sentía frustrado, cansado, hambriento, adolorido y solo...
Me quedé largo rato sentado al volante hasta que agoté la batería de tanto intentarlo, había explosiones en el escape lo cual indicaba combustión, pero después de dos o tres segundos desaparecian, cómo si no hubiera combustible o chispa de encendido. Por si fuera poco, me sentía mal porque le había prometido a mi novia llevarla a pasear el domingo y no sabía que decirle, en ese momento me sentí abandonado por todos, a nadie parecía importarle mi dedicación y mi esfuerzo, nadie me ofreció su casa para trabajar, ni me ofreció su ayuda, nadie me fué a ver ni siquiera para llevarme un vaso de agua o ver si estaba bien. Guarde mis cosas mientras comenzaba a oscurecer sin entender nada, ya no entendía nada de mecánica ni de la naturaleza de las relaciones interpersonales.
Al caer la noche busque un poco de consuelo en el puesto de tortas de la esquina, pero hasta eso en eso me fue mal, pues habia tanta gente que ya no habia donde sentarse sin mencionar que estaba tardando una eternidad y yo sin comer nada desde la noche anterior. Finalmente encontre un poco de alivio en las palabras de mi novia que aunque no estuvo presente, me contactó a traves del celular y a muy grandes razgos le conte mis desventuras, con mucha paciencia me brindo su apoyo y comprension y despues de eso, todo fue mucho mejor; me convenció de olvidarme de mis problemas por aquella noche, de no forzar a que las cosas se den como uno quisiera, de esperar a que fluyan mejor y de que no necesitabamos del coche para salir a pasear al dia siguiente y pasarla bien, convencido de que tenía razon segui su consejo, acordamos salir al dia siguiente y pedí mi torta para llevar.
