miércoles, 1 de septiembre de 2010

Historia de un primer beso

Aquella mañana era el ultimo día de clases, normalmente esto suele producir una enorme dicha en todo estudiante de secundaria con sangre adolescente corriendo por sus venas, pero para mi era un día sumamente gris, pues seria el ultimo día que vería a mis amigos, y ellos eran la clase de amigos que encuentras en muy raras ocasiones a lo largo de tu vida, definitivamente los iba a echar mucho de menos... Pero de entre todos ellos había alguien que definitivamente iba a extrañar con todo el corazón, a mi compañera de laboratorio de biología, quien era una niña algo tímida pero muy simpática, con la cual me la pasaba genial durante la clase que compartíamos, pues a pesar de que ambos teníamos la misma timidez, el hecho de verla como una muy buena amiga hacia que tuviéramos una excelente química, yo básicamente era el bufoncito que la hacia reír y ella pues mi fiel admiradora, y todo eso era genial. O al menos lo fue hasta que impulsado por un corazoncito rojo de fieltro que me regalo un día de la amistad, comenzó a rondarme la idea en mi cabeza de que quizá ella sentía algo mas por mi, (¡Chaz! Y yo que mi corazoncito de fieltro se lo dí a mi amorcito platónico, Erika... Quien también era una excelente amiga, aunque mas del tipo de amiga que solo te ve como un niño muy tierno pues en realidad no le gustas de la misma forma que ella a ti). Desde aquel día en que recibí aquel tierno corazón de fieltro ligeramente mal recortado, algo fue cambiando muy dentro de mi, fue naciendo un sentimiento raro y que poco a poco se fue apoderando de mi y que me hacia pensar en ella sin darme cuenta como era que terminaba ocupando mis pensamientos, que curioso es descubrir que te has enamorado cuando nunca antes lo has estado.

Algo fue cambiando, algo siempre cambia cuando algo así sucede, de repente ya no sentía la misma indiferencia a su mirada, ahora hacia latir mi corazón con fuerza y mis mejillas se sonrojaban, comenzaba a tartamudear ligeramente y mis chistes ya no eran tan absurdamente divertidos y desvergonzados, pero aun seguía haciéndola reír aunque creo que mas por la torpeza con que me desenvolvía ahora que por mis particulares ocurrencias e ingenio. Maldita timidez! ¿porque tenias que formar parte de mi? Tu me orillaste a hacer trampa y encontrar la forma de burlarte... Así fue como se me ocurrió escribirle una carta a aquella niña y confesarle todo aquello que me venia sucediendo desde aquel 14 de febrero que me dio su corazón, yo sabia que si trataba de decírselo frente a frente los nervios me iban a traicionar, que no podría encontrar las palabras precisas y me vería muy torpe intentando articular mis ideas y sentimientos, así que la idea de la carta parecía perfecta y en realidad lo fue... Me permitió decirle todo aquello que me hubiera sido sencillamente imposible en persona e incluso un poco mas. Como respuesta a esta carta recibí otra carta, la cual casi hizo que mi corazón se detuviera, pero al leerla poco a poco mi ser se lleno de una sensación de calidez y una inmensa dicha. Acepto!!!!!!!!!!

Sin embargo los días siguientes tanto ella como yo dejamos de ser los mismos, lo cual era tan desesperante para nuestros amigos en común, pues no paso mucho antes de que se supiera a los cuatro vientos que ya eramos novios. Yo no se si nuestros amigos carecían de vida propia pero parecían querer vivir sus vidas a través de las nuestras, diciéndonos que hacer y lo peor presionándonos para hacerlas, esto era muy incomodo tanto para ella como para mi, quizá de habernos dado un poco de espacio y privacidad hubiera sido distinto, pero con poco mas de cuarenta miradas pendientes y esperando "algo" era muy complicado continuar, y dada nuestra natural timidez pensamos que quizá, tal vez lo mejor seria terminar y volver a ser solamente buenos amigos, ninguno de los dos lo menciono tal cual pero una vez que ambos lo comentamos lo dimos como un hecho, sus ojos comenzaron a brillar y mi voz se comenzó a quebrar pero a pesar de eso nos aguantamos para regalarnos una sonrisa mutuamente y convencernos de que todo estaba bien. Aquel día llore desconsoladamente de tristeza, fue imposible ocultarlo a mis amigos yo me invente una excusa acerca de haber reprobado una materia, pero por la forma en que me dolía el alma, no conseguí engañarlos y de algún modo se contagiaron de aquel sentimiento y en un instante de empatía nunca antes visto me percate que había desencadenado un mar de lagrimas y sollozos entre mis amigos, esto dibujo una sonrisa en mi rostro que me llevo a preguntarles porque lloraban? y la tristeza se disipo un poco cuando me contestaron el no saber porque lo hacían.

Al día siguiente, la mañana de el ultimo día de clases llegue a la escuela mas por inercia que motivado por algo mas profundo, solamente quería cumplir con el tramite de terminar el día, estar con mis entrañables amigos por ultima vez antes de las vacaciones y ver nuevamente a mi ex-novia y nuevamente mejor amiga, sin embargo ella y yo apenas y pudimos decirnos "hola" y de nuevo las lagrimas amenazaron con aparecer, así que buscamos la manera de alejarnos. Mas tarde sonó el timbre y salimos al patio en un inusual receso que duro casi una hora, pues en ese momento no lo sabíamos pero el director nos tenia reservada una gran sorpresa a todos los alumnos, pues comenzaba a prepararse un gran fiesta, así apareció un improvisado sonido y algunas cajas de refrescos, pero yo no estaba de humor para celebrar, yo esta muy-muy deprimido... En eso uno de mis amigos apareció y me dijo que lo acompañara a el estacionamiento pues necesitaba decirme algo muy importante, asi que lo seguí no tenia motivo alguno para desconfiar y al llegar descubrí que ahí estaba mi ex-novia en compañía del resto de nuestros amigos. De inmediato nos pusieron al tanto de ya se había enterado de que habíamos terminado y que su intención era que nos reconciliáramos pues hacíamos una bonita pareja y no querían vernos separados, intentamos fingir que no sabíamos de que estaban hablando y que todo estaba bien entre nosotros pero ni nosotros nos lo creíamos, de repente alguien tuvo la genial idea de que si todo estaba bien pues no nos dejarían en paz hasta que les diéramos una prueba y así todos nuestros amigos comenzaron a pedir que nos besáramos, y el coro no se hizo esperar beso! beso! beso!... Y nos fueron empujando el uno al otro hasta estar frente a frente, pero el beso no llegaba, no era que yo no quisiera besarla, era que no quería besarla así, yo la quería mucho y no quería ir en contra de su voluntad, pero nuestros amigos se empeñaron en no dejarnos ir sin que hubiera beso así que para terminar con todo aquello accedimos, y nos besamos muy sutilmente en la mejilla pero todos querían ver un beso de a de veras, un beso en la boca! De algún modo aquel juego en complicidad con nuestros amigos hizo que de repente ambos lo deseábamos con todo nuestro ser, pero no era fácil, creanme! De repente y por un muy breve instante fue como si todos hubieran desaparecido, como si solo estuviéramos ella y yo, sin saber ni como la tome por su cintura delgada y frágil y la abracé con mucha ternura, mientras mi boca buscaba a la de ella, mi corazón latía con fuerza, pero era una sensación tan agradable sentir latir mi corazón en mi pecho junto al de ella, y así finalmente nuestros labios se encontraron en un dulce beso, que compensaba toda nuestra inexperiencia con un inmenso amor.

Aquel fue nuestro primer beso, el primero de nuestras vidas... Yo no se que tan significativo habrá sido para ella, pero yo soñé con aquel instante por mucho, mucho tiempo, aun ahora 20 años después solamente necesito cerrar lo ojos para revivir aquel instante... para dibujar una ligera sonrisa cuando las cosas parece que no pueden ir peor. Para mi es uno de los recuerdos mas preciados de mi vida, no se si ella aun lo recuerde... A mi me gusta pensar que si...

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